El covid-19 lo ha revolucionado todo. Si lo pensamos bien, esto provocará, como otras crisis han provocado, un cambio en el entorno y cambios de algunos paradigmas. Las crisis provocan nuevos replanteamientos en las reglas de juego y las empresas que antes aprendan e integren estas nuevas normas en sus procedimientos, serán las que antes salgan fortalecidas de esta caótica situación.

Es hora de adaptación, pero sobre todo de innovación. Las organizaciones deben comenzar a mirar hacia el futuro de inmediato y diseñar planes estratégicos que les asegure tener ventajas competitivas para lo que viene después.

Por supuesto, es momento de atender las urgencias y fuegos que han ido apareciendo. De la misma forma, también es tiempo de ser proactivos y mirar al futuro. No hacerlo, dejará a las compañías en desventajas competitivas con respecto aquellas empresas que han detectado y aprovechado las ventanas de oportunidad que se han ido abriendo.

Los mejores líderes construyen los cimientos sobre los contextos actuales y es en estos cimientos donde apoyan sus planes estratégicos futuros. Cuando llegan las crisis, regulan sus miedos y creencias limitantes mientras  afrontan con coraje los nuevos retos que van surgiendo. Además, impulsan con energía los planes de acción y absorben la incertidumbre que puedan tener sus colaboradores.

Como líder puedes implementar una serie de acciones que seguro ayudan a descubrir ventanas de oportunidad y diseñar planes de acción para generar ventajas competitivas para el futuro:

  • Es el momento de la creatividad y la innovación. Reúne a las mentes más agudas y los pensadores más perspicaces de tu organización para analizar cómo serán los próximos meses. Pasad tiempo juntos explorando una variedad de escenarios y rastreando el mercado. Aprovecha los roles creativos para generar ideas y resolver de forma diferente los problemas. Deja después que los perfiles analíticos y racionales analicen los pros y contras de cada idea. No mezcles ambas cosas. En el proceso creativo, es esencial generar las ideas antes para evaluarlas después.
  • Descubre oportunidades y amenazas. En el análisis de cada escenario posible, incluye una evaluación general de las posibles oportunidades y amenazas basada en la conciencia de que la crisis está cambiando no solo a tu organización, sino también al entorno, a mercado y tus clientes. De nuevo los perfiles analíticos pueden hacer este trabajo a la perfección
  • Opera desde tu cultura, analiza las prioridades. Ten en cuenta a la hora de diseñar planes de acción que estos se ajustan a la cultura, visión y misión de la compañía. Opera desde esos principios básicos. Asegúrate que tus colaboradores afrontan la incertidumbre manteniéndose fiel a los valores y prioridades que impulsan la misión de tu equipo. Para ello deberás reforzar los valores y prioridades de manera clara y contundente. Cuando todo cambia, la gente necesita una brújula para navegar. Los valores, la misión y la visión deben de ser esa brújula.
  • Lidera con velocidad y agilidad. En tiempos impredecibles, no puedes darte el lujo de jugar a esperar, ver y accionar: debes de ser proactivo y capaz de moverte con rapidez y confianza en una nueva dirección, con la voluntad de pivotar y hacer ajustes a medida que se desarrollan los eventos. El análisis es importante, de igual modo la acción es la que te permitirá aprovechar antes las ventanas de oportunidad que se van a ir abriendo. Para ello, apóyate de los perfiles más impulsores, aquellas personas orientadas a la acciónEllos impulsarán con fuerza el proyecto hacia adelante.
  • Aprende del presente mientras planificas para el futuro. A medida que se desarrolla la crisis, tu equipo y tu estáis aprendiendo algo nuevo en cada momento. Asegúrate de que la información, los nuevos aprendizajes y las tendencias más actuales se reflejen en su planificación estratégica. Reflexiona con tu equipo toda la nueva información generada en este nuevo contexto y ancla puntos de aprendizaje que te ayuden a preparar planes de contingencia para el futuro. Aprovecha todos estos aprendizajes para mejorar los procesos. Realiza reuniones de reflexión para aprovechar al máximo estos aprendizajes. Asegúrate que estas reuniones son ágiles y operativas.
  • Obtén el compromiso de tus colaboradores, especialmente si afrontas acometer un nuevo mercado. Tu equipo necesita comprometerse completamente con la visión y el plan. Esto significa que no puede ser una iniciativa de arriba hacia abajo: tu voz y participación son una parte importante del proceso. Aplica un liderazgo basado en la colaboración y no en el control, confiando en que tus colaboradores son inteligentes, están capacitados y saben qué hacer. Busca un equilibrio entre la libertad de actuación y la responsabilidad a la hora de que cada integrante del equipo se comprometa a hacer su parte del juego. Esto aumentará la confianza de tu gente y sin duda les hará crecer profesionalmente. Antes de ello, mide le nivel de madurez de cada colaborador y sobretodo, ayudarles a regular su estado emocional. Es posible que emociones como la frustración, miedo y estrés les dificulten su capacidad de pensar. (clic para más información sobre como afecta el estrés)
  • Conecta la visión con la misión. Cualquier nueva misión debe cumplir con dos criterios: debe ser inspiradora y debe estar estrechamente alineada con el propósito de la organización, con la visión. De nada sirve una genial idea si esta desvía a la compañía de su ruta. A veces, estos desvíos son rentables a corto plazo, pero pueden llegar a ser catastróficos a largo plazo.

Es fácil en tiempos difíciles quedar paralizado por los desafíos del día a día, pero los líderes que piensan en el futuro con valentía y visión son quienes lograrán el éxito a largo plazo y saldrán fortalecidos de las situaciones de crisis. Seguro que tienes algún comentario al respecto. Estaré encantado de leerlo.

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