Demasiada pasión puede arruinar tu nivel de liderazgo
Si hay un estilo de liderazgo con el que me siento totalmente identificado es el energizante. Este tipo de líderes tienden a comportarse de forma entusiasta, decidida, enérgica y optimista. Su comunicación es positiva, influyente y carismática. Suelen tener una visión optimista de la realidad que no dudan en contagiar a todo el equipo. Suelen ser creativos e innovadores y siempre están explorando nuevos horizontes, pero si hay algo que más define a este estilo de liderazgo es su energía y su pasión, a veces …. muy abrumadora. ¿Es positivo desplegar tanta pasión? En este post quiero compartir algunas experiencias mías y de otros líderes que he acompañado que demuestran que demasiada pasión puede ser contraproducente para un liderazgo óptimo.
Por qué demasiada pasión puede ser negativa para tu liderazgo.
- Puede ser un liderazgo muy abrumador. Los líderes apasionados pueden resultar muy abrumadores sin darse cuenta. En ocasiones, su excesivo entusiasmo y pasión pueden resultar una losa para las personas de su equipo que se esfuerzan por seguir su ritmo y nivel de energía.
- En ocasiones lo fácil lo hacen difícil. Una excesiva pasión puede complicar cosas que deberían ser sencillas. Las personas tienden a desanimarse ante las complicaciones innecesarias.
- Pueden llegar a ser demasiado intensos. La gente generalmente busca la homeostasis. Demasiada intensidad puede cruzar fácilmente la frontera y resultar molesta o incluso aterradora.
- En ocasiones pueden ser inflexibles. Un gran liderazgo consiste en ser adaptable y flexible, capaz de cambiar de rumbo cuando sea necesario. La pasión puede provocar sesgos cognitivos y una gran necesidad de defender sus ideas y creencias. Esta situación puede incapacitar a los líderes para encontrar nuevas soluciones y adaptarse a circunstancias cambiantes. A veces, la pasión alimenta un tipo de creencias que cierra la mente del líder y excluye otras realidades que su equipo comparte.
- Problemas con las prioridades. Este tipo de líderes dan prioridad a todo lo que les apasiona o les llama la atención y esa urgencia es sinónimo de caos. Si todo lo ves como importante, irónicamente, nada será importante. Tanto los líderes como las personas que integran los equipos necesitan tener planes claros y prioridades bien definidas
- Pueden ser intimidantes. Algunos líderes expresan su pasión hablando de forma enérgica y directa, lo que puede abrumar a otros miembros del equipo dejándoles poco espacio para expresar sus ideas e inquietudes.
La buena noticia: Los líderes apasionados pueden ser grandes líderes
Claro que es posible que las personas apasionadas lideren sin ser abrumadoras, complicadas y rígidas. La clave es estar en sintonía con los demás miembros del equipo. Los líderes que son admirados por su pasión también son inclusivos. Son empáticos, escuchan cuando los demás hablan, son flexibles y adaptables, y son grandes comunicadores e inspiradores.
Cuando el liderazgo apasionado se basa en una perspectiva única y una mentalidad sesgada, es probable que no se tengan buenos resultados, pero cuando se trata de acompañar y desarrollar a los miembros del equipo, impulsarles y energizarles en situaciones complicadas, de poner sus ideas al servicio de la organización y de guiar a sus compañeros hacia una grandiosa visión, puede llegar a ser una potente fuente de inagotable energía.
Cómo he comentado antes, para bien o para mal, me siento muy identificado con este estilo de liderazgo y con todas las áreas de desarrollo que están por trabajar ¿y tú, te identificas con un liderazgo apasionado? ¿Has tenido un manager con estas características? Me encantaría que me contaras tus experiencias. Por otro lado, si quieres conocer tu estilo de liderazgo natural, te invito a que disfrutes de esta másterclass totalmente gratuita que lleva incluido un informe donde podrás analizar tu estilo de liderazgo. Haz clic aquí para más información
Si como yo, te sientes identificado con este estilo de liderazgo, recuerda que el mundo necesita líderes apasionados, pero asegúrate de evitar las trampas de un liderazgo demasiado entusiasta y desenfrenado.