A través de mi trabajo he visto líderes de todo tipo y me he dado cuenta que aquellos líderes que se sienten seguros de sí mismos, generalmente dejan que sus colaboradores desarrollen en libertad el trabajo por el que fueron contratados. No sienten la necesidad fiscalizar y controlar sus tareas o de hacer un seguimiento de cada movimiento que realizan, tampoco diseñan protocolos que les hagan sentir limitados y bajo vigilancia. Estas conductas son propias de líderes que lideran a través del miedo, creando el tipo de cultura que está marcada por el terror, la timidez y la baja moral. Mediante este post quiero compartir algunos signos que le hagan identificar si está liderando desde el miedo. Si le suenan familiares, debería intentar cambiar parte de su estilo de liderazgo para limpiar la cultura tóxica y comenzar a crear éxito y felicidad para ti y para su equipo.
- Su gente no interactúa. Cuando las personas se mantienen solas y evitan colaborar o interactuar con otros, es una señal segura de que tienen miedo de salir de su zona de confort. Si el objetivo principal de sus colaboradores es mantener la cabeza baja y mantenerse en su propio carril, su organización no será competitiva.
- El orden se mantiene a través del castigo. Las personas que trabajan en entornos correctivos están asustadas la mayor parte del tiempo. Es increíblemente desmoralizador sentir que se está siendo vigilado constantemente para que ser atrapado haciendo algo mal. Los líderes más eficientes pasan su tiempo escuchando a sus colaboradores, resolviendo problemas y celebrando éxitos, no castigando a las personas o tratando de atraparlos cuando no realizan adecuadamente sus tareas.
- La gente no dice la verdad. Bajo un liderazgo basado en el miedo, las personas tienen miedo de decir la verdad porque ya saben que nadie quiere escucharla. Se guardan los problemas y los desafíos para sí mismos porque saben que hacer que salgan a la luz no ayudará y puede incluso puede perjudicarles.
- La gente tiene miedo de perder su trabajo. Cuando las personas trabajan bajo una nube de miedo y sospecha, actúan por ansiedad y timidez, y son incapaces de dar lo mejor de sí. No puede trabajar bien con la idea de que puede perder su trabajo por un paso en falso. Tu trabajo como líder es sacar lo mejor de sus colaboradores, y eso no es posible en un clima donde reina el miedo.
- Las personas tienen miedo a cometer errores. Cuando los colaboradores tienen un líder que aborda los errores con sanciones, aprenden a agacharse y culparse mutuamente cuando las cosas van mal. Tienen miedo de ser el foco del error. Posiblemente, esta sea una de las rutas más directas hacia una cultura tóxica.
- Los mejores y los más brillantes no avanzan. Con un líder basado en el miedo, las personas más inteligentes y competentes tienden a ralentizar su avance y desarrollo profesional.
- La gente deja de querer ser visible. En un clima de miedo, es difícil para las personas ser auténticas y brillar. El objetivo principal de la mayoría de los empleados es evitar ser visible, lo que lleva a la mediocridad en todos los ámbitos.
- La innovación es lenta o nula. Cuando se lidera desde el miedo, las personas temen proponer nuevas ideas. De esta manera, evitan el fracaso o posibles sanciones. Ante esta situación, la innovación es prácticamente nula. Hoy, posiblemente la innovación es la única ventaja competitiva sostenida en el tiemp
- Perdida de talento. Es probable que muchas de las personas más talentosas hayan elegido otros proyectos empresariales. Por lo tanto, es hora de tomar medidas inmediatas para hacer los cambios necesarios antes de perder el resto.
Como líder, su trabajo es hacer que las personas se sientan seguras, respetadas y con apoyo. Si en cambio estás creando caos, control y ansiedad, es un líder temeroso y necesita hacer algunos cambios.
Trackbacks/Pingbacks