El líder egoísta
El EGO es el gran enemigo del desarrollo profesional y personal pero cuando este se proyecta en un líder es más evidente y sus consecuencias pueden ser terribles para su equipo de trabajo. Un líder egoísta se enfoca en el EGO y los síntomas pueden afianzarse y comenzar a dañar el bienestar de los integrantes del departamento.
Antes de que esto ocurra, puedes hacer consciente estas señales que te propongo para reconocerlas en ti mismo y poder tomar medidas antes de que estos comportamientos echen raíces y crezcan peligrosamente.
Síntomas del líder egoísta.
- Envidia. Cuando estés celoso del éxito o desempeño de algunos de tus colaboradores, recuerda que el liderazgo en esencia, es disfrutar del éxito de otras personas. Celebra, aprecia y reconoce el trabajo y el éxito de los integrantes de tu equipo.
- Ausencia. Si siempre estás ocupado en otras tareas cuando tu gente te necesita, te verán distraído, distante, absorto y preocupado. Trabaja para convertirse en un líder que empodera, inspira y motiva estando disponible y accesible. Agenda momentos para estar con tu equipo de forma grupal o individual. Ucúpate de detectar las necesidades que vayan apareciendo en los integrantes del departamento para poder atenderlas y acompañarlas.
- Conflicto. Si te encuentras a menudo discutiendo con los demás o con una mentalidad de “solo yo llevo la razón” y los demás están equivocados, es probable que parezcas rígido, dominante e inaccesible. Deja de discutir y empieza a estar abierto a encontrar puntos de acuerdo. Visita este post para saber más sobre la gestión de conflictos
- Actitud defensiva Cuando tu liderazgo trata de protegerse y defenderse, es probable que te encuentres trabajando en contra de aquellos a quienes se supone que debes liderar.
- Fanfarronear. Mientras hablas por encima de los demás, interrumpes y haces declaraciones sin permitir que los demás respondan o expresen sus propios pensamientos, estás matando la energía y las ideas de tu equipo. Habla menos y escucha más. Un líder que no escucha a su equipo, pronto tendrá un equipo que no tenga nada que decir.
- Competitividad. La competencia puede estimular a las personas a hacer un gran trabajo, pero si estás compitiendo contra aquellos a quienes lideras, estás dando un mal ejemplo. Recuerda que están de tu lado; trabaja para elevar su desempeño y enfocar su lado competitivo en otra parte de la estrategia.
- Auto promoción. Dirige tu atención a elevar a aquellos a quienes diriges, no a ti mismo. Cada vez que te encuentres con ganas de promocionarte, cámbialo y honra a tu equipo.
- Ego. Cuando utilizas tu posición de poder para servirte a ti mismo, tu liderazgo está secuestrado por tu EGO. En su lugar, intenta dedicar tu energía a ayudar a otros a tener éxito. trabajo para ser reconocido como un líder que sirve a los demás en lugar de servirse a sí mismo.
Apuesta por un liderazgo ejemplar e inspirador
Un liderazgo egoísta es peligroso para ti, para aquellos a quienes diriges y para tu organización. Pocas cosas pueden más dañinas contra tu influencia, respeto y confianza que un liderazgo secuestrado por el EGO
Es fácil caer en comportamientos de liderazgo egoístas, incluso si no es la forma en que normalmente opera. Toma consciencia de que comportamientos te pueden llevar a lado oscuro, corrige esos comportamientos y práctica un liderazgo reflexivo, consciente, inspirador y ejemplar. Solo así, podrás construir equipos de alto desempeño totalmente cohesionados e involucrados en la misión y visión de la organización.
Es posible que hayas sufrido en tus propias carnes este estilo de liderazgo, me encantará que compartas en un comentario tu experiencia.