Vivimos una era marcada por la incertidumbre constante, los cambios acelerados y un mercado laboral donde el talento ya no se retiene solo con salario. Las organizaciones de hoy enfrentan retos complejos: gestionar la diversidad generacional, mantener la motivación en entornos híbridos, adaptarse a la transformación digital sin perder el alma, e innovar sin quemar a las personas por el camino. En este contexto, los modelos de liderazgo rígidos, verticales y deshumanizados se quedan cortos. Hace falta una nueva manera de liderar, más conectada con lo que realmente mueve a las personas. Ahí es donde el LeaderSEED se convierte en una respuesta poderosa: porque no solo impulsa resultados, sino que crea las condiciones para que el talento florezca desde dentro. Su enfoque en el propósito, la autonomía, las relaciones humanas y el desarrollo competencial lo convierte en una brújula clara y valiente para surfear sobre los grandes desafíos de esta nueva era sin perder el norte.

¿Por qué necesitamos una nueva forma de liderar?

Porque muchas personas van a trabajar cada día… y sienten que se apagan un poco por dentro. Porque hay talento que no florece, ideas que no se atreven, y equipos que cumplen… pero no crean. Y no es por falta de capacidad, es por falta de sentido, de autonomía, de confianza o de humanidad.
La verdad es que durante demasiado tiempo se ha liderado desde la exigencia, el control y la presión, con fórmulas que convierten a las personas en recursos y a los equipos en engranajes. Y claro, eso puede funcionar… durante un tiempo. Pero a costa del alma. Hoy, más que nunca, necesitamos líderes que no solo gestionen tareas, sino que cultiven contextos donde las personas puedan florecer. Líderes que no tengan miedo de mirar a los ojos. que sepan guiar sin imponerse, que entiendan que liderar no va de mandar, sino de acompañar y desarrollar. Para eso nace LeaderSEED: un liderazgo que pone a la persona en el centro, no como eslogan, sino como práctica cotidiana.

¿Qué es LeaderSEED?

LeaderSEED no es una técnica o una metodología más, el leaderSEED es una forma diferente de mirar a tus colaboradores, una forma de ser y estar para tu equipo. Es un estilo de liderazgo creado por Enrique Fuentes Abanades y Patricia Galdón Carreño, que une ciencia y propósito, teoría y emoción. Su nombre no es casual: leader (líder) + seed (semilla), porque el verdadero liderazgo no es el que da frutos rápidos, sino el que siembra procesos reales de desarrollo en los equipos. Este estilo de liderazgo está basado en dos grandes estudios de investigación sobre el comportamiento humano.:
  • la Teoría de la Autodeterminación: desarrollada por Deci y Ryan. Esta teoría explica que las personas se sienten realmente motivadas y con un adecuado bienestar psicológico —no por presión externa, sino por impulso interno— cuando se satisfacen tres necesidades psicológicas fundamentales: la autonomía (poder decidir y tener voz propia), la relación (sentirse parte de algo, vinculado a los demás) y la competencia (sentirse capaz, ver que uno progresa y aporta valor). Un líder que comprende esto no necesita empujar constantemente a su equipo: crea el entorno adecuado para que las personas se activen solas, desde dentro. No se trata de dar órdenes, sino de dar espacio, apoyo y confianza.
  • Logoterapia, la escuela existencial de Viktor Frankl. Según esta corriente, el ser humano puede soportar casi cualquier dificultad… si encuentra un sentido que lo sostenga. Aplicado al trabajo, esto significa que no basta con hacer bien una tarea: necesitamos saber para qué la hacemos, cómo impacta en otros, qué valor tiene más allá del resultado inmediato. El leaderSEED, desde esta mirada, no solo gestiona tareas, sino que ayuda a sus colaboradores a conectar con el propósito profundo de lo que hacen, porque cuando una persona encuentra sentido en su trabajo, no solo rinde más: se transforma.

¿En qué se basa el LeaderSEED?

como hemos visto anteriormente el LeaderSEED bebe de dos grandes fuentes de conocimiento: la Teoría de la Autodeterminación: desarrollada por Deci y Ryan y la Logoterapia, la escuela existencial de Viktor Frankl. A través de estos dos grandes estudios nade el acrónimo del LeaderSEED:
leaderseed
  • S — Sentido al trabajo (propósito): No se trata solo de hacer bien las cosas, sino de entender para qué las hacemos, qué impacto tienen, qué nos aportan. Porque cuando el trabajo conecta con algo más grande que uno mismo, se transforma en motor.
  • E — Elección (autonomía): Las personas no quieren que les digan cada paso, prefieren un espacio para decidir, para probar, para equivocarse sin miedo. Y es que la autonomía no es rebeldía: es responsabilidad en acción.
  • E — Encuentro (relación con los demás): No se puede liderar sin vínculo. Las relaciones de calidad son la base de cualquier equipo que funcione. Escuchar de verdad, mirar sin juzgar, crear espacios donde las personas puedan ser ellas mismas.
  • D — Desarrollo (competencia): Todo ser humano tiene una necesidad natural de crecer. Y no hablamos solo de subir escalones, hablamos de aprender, de superar retos, de descubrir capacidades nuevas. El LeaderSEED no solo guía: nutre el crecimiento de los demás.

¿Qué beneficios tiene liderar a través del LeaderSEED?

Muchísimos, pero quizás el más importante es este: las personas se sienten seguras para crear, crecer, desarrollarse, innovar, resolver sus propios problemas, incluso fallar.
Y cuando hay seguridad psicológica, ocurre algo mágico:
  • El equipo se desarrolla exponencialmente.
  • Los individuos son más proactivos y se hacen cargo de resolver los numerosos problemas complejos que esta nueva era les propone.
  • Las ideas fluyen.
  • Las personas se atreven.
  • Los errores se comparten, se aprenden y no se esconden.
  • La innovación aparece, no porque se exija, sino porque se permite.
Un equipo liderado desde el modelo SEED no funciona por miedo, sino por compromiso. No actúa para evitar castigos, sino porque cree en lo que hace. No compite internamente, sino que colabora de forma natural.
Además, este estilo de liderazgo previene el agotamiento, mejora el clima laboral y retiene el talento. Porque cuando uno se siente valorado, libre y acompañado… le cuesta mucho menos dar lo mejor de sí.

¿Y si empezamos a liderar distinto?

No se trata de ser perfectos, nadie lo es. Se trata de mirar adentro, y liderar desde ahí.
De atreverse a ser un líder que planta semillas, en vez de imponer resultados. Un líder que sabe que su mayor éxito no es ser el más brillante, sino ayudar a que los demás brillen, un líder que es capaz de dejar huellas en vez de cicatrices, y no por su ego, sino por su capacidad de transformar, de cuidar, de inspirar…
Eso es LeaderSEED. Un liderazgo con raíces profundas y vocación de futuro, que de plantarlo, regarlo y cuidarlos te ofrecerá grandes frutos en forma de autonomía, innovación, cohesión, bienestar y desarrollo de tu equipo.

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